sábado, 24 de julio de 2010

Hace 400 años, Galileo observó Saturno

(distinctas visiones de Saturno a lo largo del siglo XVII)


En julio de 1610, con su pequeño telescopio, Galileo observó la extraña fisonomía de Saturno. El planeta tenía “orejas”. Los astrónomos tardaron medio siglo para explicar este fenómeno.
El 25 de julio, muy de madrugada, Galileo levanta la mirada hacia Saturno. Sabe perfectamente que se trata de un planeta (los griegos ya lo consideraba como un objeto errante, origen de la palabra “planeta”) pero todavía no sabe lo que va a observar. El 7 de enero del mismo año, ya había descubierto cuatro puntitos girando alrededor de Júpiter: sus satélites. Al mirar Saturno, con su modesto telescopio, Galileo se encuentra, lo que piensa son, 2 satélites. El astrónomo apuntará en su cuaderno de observación "Altissimum planetam tergeminum observavi" (“He observado que el planeta más alto es triple”). Después de dos años, los satélites ya no están.
La comunidad científica tendrá que esperar el astrónomo holandés Christian Huygens en 1656 para entender este fenómeno: Saturno tiene anillos que cambian de posición a lo largo del año. Galileo seguirá sus observaciones después de esta noche de julio 1610 y descubrirá, entre otras cosas, las manchas solares y las fases de Venus.

No hay comentarios: